Calla, he dicho. ¿No hay nadie aquí? Debía contestarme mi hijo. Pero mi hijo es ya un brazado de flores secas. Mi hijo es ya una voz oscura detrás de los montes. ¿Te quieres callar?
No quiero llantos en esta casa. Vuestras lágrimas son lágrimas de los ojos nada más, y las mías vendrán cuando yo esté sola, de las plantas de los pies, de mis raíces, y serán más ardientes que la sangre.
FEDERICO GARCIA LORCA
1 comentario:
vaya un Lorca
y el coñazo k dara eli con bodas de sangre
Pablo
Publicar un comentario