domingo, 30 de marzo de 2008



- Maestro, quisiera saber como viven los peces en el mar.
- Como los hombres en la tierra: los grandes se comen a los pequeños.

martes, 25 de marzo de 2008

un poquito más


La Coca-Cola, siempre es igual. Pero yo no, yo puedo cambiar. Yo no quiero más, tener buena suerte. Abrázame fuerte y hazme volar...Hazme reir, hazme llorar, reír y llorar. Mirando a los cielos con los pies en la maceta, yo también tengo mi fórmula secreta... :)

lunes, 24 de marzo de 2008

.un mundo feliz.


Sesenta y dos mil cuatrocientas repeticiones hacen una verdad. Se libran de todo lo desagradable en vez de aprender a soportarlo.

domingo, 23 de marzo de 2008

El sol de los muertos


Otras veces exponía, con la graveda de una profunda convicción, su manera de ver la vida. Para él la existencia era a modo de un lienzo gris, y el gran talento de los hombres consistía en saber cubrir de colores vivos y risueños ese fondo de tristeza para ignorarlo, engañándose misericordiosamente.
Todos llevamos una orquesta dentro de nosotros. Lo importante es hacerla funcionar, que toque sin descanso la sinfonía de la Ilusión y del Deseo, únicos temas que sostienen nuestra vida. No hay que dejar que se calle. Una vez terminada una partitura, pongamos otra inmediatamente en el atril.

jueves, 20 de marzo de 2008

Arroz y tartana


El amor había transformado a Juanito, su alma vestía también nuevos trajes, y desde que era novio de Tonica parecía como que despertaban sus sentimientos por primera vez y adquiría otros completamente nuevos. Hasta entonces había carecido de olfato. Estaba segurísimo de ello; y, si no, ¿cómo era que todas las primaveras las había pasado sin percibir apenas aquel perfume de azahar que exhalaban los paseos y ahora le enloquecía, enardeciendo su sangre y arrojando su pensamiento en la vaguedad de un oleaje de perfumes? No era menos cierto que hasta entonces había estado sordo. Ya no escuchaba el piano de sus hermanas como quien oye llover; ahora la música le arañaba en lo más hondo del pecho, y algunas veces hasta le saltaban las lágrimas cuando Amparito se arrancaba con alguna romanza italiana de esas que meten el corazón en un puño. El muchacho, antes tan sólido y bien equilibrado, mostrábase inquieto y nervioso, lloraba a solas por cualquier cosa o se entregaba a expansiones infantiles; pero, a pesar de esto, era más feliz que nunca. Su antigua vida le parecía la existencia soñolienta de una bestia amarrada a la estaca, rumiando la comida o durmiendo, sin noción alguna de un más allá.
(...)
Sus diversiones eran siempre las mismas. Iban a donde va la gente que no quiere gastar dinero, y se los veía por el pretil del río, los dos jóvenes delante, hablando tranquilamente, mientras se acariciaban con la mirada, y detrás, Micaela, con aire de inconsciente, abismada en el crepúsculo eterno que la envolvía y levantando la cabeza, sin sentir la menor molestia por los rayos del sol, que se quebraban en sus ojazos hermosos y muertos.

miércoles, 19 de marzo de 2008


Fue en un pueblo con mar, una noche después de un concierto. Tú reinabas detrás de la barra del único bar que vimos abierto.
-"Cántame una canción al oido y te pongo un cubata"
Los clientes del bar uno a uno se fueron marchando, tú saliste a cerrar, yo me dije:
-"Cuidado, chaval, te estás enamorando"




Todo está muy claro pero no lo entiendo.. :)

martes, 18 de marzo de 2008

Adiós muñeca


Habían puesto a Rembrandt en el almanaque ese año, un autorretrato más bien grasoso debido a la impresión imperfecta de los colores. Lo mostraba sosteniendo una paleta engrasada con un pulgar sucio, y con una camisa que no parecía muy limpia tampoco. La otra mano tenía un pincel suspendido en el aire, como si estuviera pensando en hacer un trabajito, si alguien se lo pagaba por adelantado. El rostro se veía envejecido, flojo, lleno de disgusto por la vida y de los efectos engrosadores de la bebida. Pero tenía una dura alegría que me gustaba, y los ojos eran tan brillantes como gotas de rocío

lunes, 17 de marzo de 2008

.Dicen que el dinero lo da todo.


Dicen que el dinero lo da todo. No es verdad. Se puede comprar alimento, pero no el apetito; medicinas, pero no la salud; un lecho cómodo, pero no el sueño; conocimientos, pero no la inteligencia; apariencias, pero no el bienestar; diversión, pero no el placer; conocidos, pero no la amistad; sirvientes, pero no fidelidad; cabellos canos, pero no el honor; días tranquilos, pero no la paz; Con dinero se puede comprar la cáscara de todo, pero no el grano. Eso no lo da el dinero.

miércoles, 12 de marzo de 2008

.Cerca de mí.


Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichosa. Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos..

jueves, 6 de marzo de 2008

.Enero en la playa.


Cansado, contento, me pides un cuento y yo te lo cuento, más bien me lo invento. Te explico que un niño cruzó el universo montado en un burro con alas de plata buscando una estrella llamada Renata que bailaba salsa con un asteroide llamado Julián Rodríguez de Malta. Malvado, engreído, traidor y forajido. Conocido bandido en la vía láctea por vender estrellas independientes a multinacionales semiespaciales. Y te duermes… Se supone que debía ser fácil ¿Tienes frío? Pero a veces lo hago un poco difícil. Perdón. Suerte que tú ríes y no te enfadas porque eres más listo y menos egoísta que yo ¿Todavía tienes frío?


miércoles, 5 de marzo de 2008

De su ventana a la mía


Estaba mucho más allá, en ese más allá ilocalizable adonde precisamente ponen proa los ojos de todas las mujeres del mundo cuando miran por una ventana y la convierten en punto de embarque, en andén, en alfombra mágica desde donde se hacen invisibles para fugarse. Nadie puede enjaular los ojos de una mujer que se acerca a una ventana, ni prohibirles que surquen el mundo hasta confines ignotos. En todos los claustros, cocinas, estrados y gabinetes de la literatura universal donde viven mujeres existe una ventana fundamental para la narración, de la misma manera que la suele haber también en los cuartos inhóspitos de hotel que pintó Edward Hopper y en las estancias embaldosadas de blanco y negro de los cuadros flamencos. Basta con eso para que se produzca a veces el prodigio: la mujer que leía una carta o que estaba guisando o hablando con una amiga mira de soslayo hacia los cristales, levanta una persiana o un visillo, y de sus ojos entumecidos empiezan a salir enloquecidos, rumbo al horizonte, pájaros en bandada que ningún ornitólogo podrá clasificar, cazar ningún arquero ni acariciar ningún enamorado y que levantan vuelo hacia el reino inconcreto del que sólo se sabe que está lejos.


Carmen Martín Gaite

lunes, 3 de marzo de 2008

.Nubes...


Hay nubes grises que cogen su color al estar cerca de la luna. Hay nubes sin sombra. Hay nubes densas, blancas y brillantes cuyos bordes se tocan. Hay velos blanquecinos formados por cristales de hielo. Nubes como rebaños. Hay nubes negras como montañas oscuras, que en unos instantes cubren el cielo y anegan la tierra de lluvia. Y nubes pesadas como castillos. Y nubes con rostros que no queremos recordar. Siempre viví mirando al cielo y nunca encontré dos nubes idénticas.

domingo, 2 de marzo de 2008

.El enano.


¿Y que es lo que quieres hacer con mi sangre? - preguntó el payaso enano al doctor.

Busco ese secreto que te ha convertido en un enano - replicó el Dr. Daruwalla.

¡Ser enano no es ningún secreto - respondió Vinod.

Busco en tu sangre algo que pudiera ayudar a los demás a no tener hijos enanos - explicó el doctor

¿Y por qué quieres acabar con los enanos? - preguntó el enano






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sábado, 1 de marzo de 2008


Haciendo el perro por los bares, perdiendo el hilo, pidiendo a gritos un poco de calma... Nada me sale o me sale mal, todo lo que hago no sirve para nada, pongo empeño y quiero hacerlo bien, pero al final todo se caga. Nada es suficiente y no se por qué me falta algo, y no se qué. Tengo de todo, dentro de un orden, pero en el fondo nada que importe. Y yo bebiendo fumando, me voy elevando, perdiéndome un rato, buscando algo, perdonándome el no volar porque bailando y soñando vamos tirando.
Y qué bien me encuentro sólo con mirarte! (...)