¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?
¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?
¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?
¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?
Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.
4 comentarios:
ai mer..
qué movidas..!!!
:) unbesiito
Eso mismo, ¿quién no?
Ay, María, muy enfadada contigo, que me das sustos y encima me quieres quitar a Lenny, muy mal...
(:
muá!
Gracias por hacerme caer en cuenta de eso
tengo ese mismo sentimiento.. y sin querer.. a veces.. hago distinciones...
saludos!
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