La última noche que pasamos juntos, lo preguntó:
-¿Cuántas estrellas tiene el cielo?
- Trescientas cincuenta mil.
-¿A que no?
-¿A que sí?
- Cállate. Esta noche no quiero que preguntes esas cosas. Esta noche, si quieres preguntar cuántas estrellas tiene el cielo, o cualquier otra cosa, pregunta algo así como ¿me quieres? ¿Tienes frío? ¿Quién dice que tiene hambre? Esta noche, pregunta algo que sea contestado en el mundo sin palabras. Interroga con toda tu sangre algo en que toda la vida del mundo esté preguntando, algo así como ¿quién llora? ¿Hace falta algo? Y verás como todo hace falta y sabrás cuántas estrellas tiene el cielo cuando sepas que el cielo tiene una sola estrella para cada momento, porque con una que se pierda dará un paso de sombra la luz del Universo.
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