lunes, 10 de enero de 2011


¿Por qué iba a echarte de menos?
Te veo todos los días, noto tu aliento aferrado a mí,
y te agarro fuerte para no caerme.
No tengo miedo. Se que puedo verte si quiero,
con los ojos cerrados o abiertos,
da igual.
Me dedicas cada mañana una sonrisa al despertar a mi lado.
Y aunque me hago la dormida,
me encanta notarte en mi espalda,
alcanzar tu respiración, y no soltar tu mano.
Me dices al oído eso que solo tú y yo entendemos,
y empiezo el día con esa magia que solo tú me das.
Y cuando quiero, pierdo la noción
y me voy a la aduana a esperarte.
Ya llegarás. Tal vez sea mañana.


Y no es solo ilusión.
Tú también puedes,
cierra los ojos y vuela hasta aquí.





No hay comentarios: